Las ventanas, puertas y fachadas constituyen una parte significativa de la envolvente de un edificio. En la actualidad, los diseños de fachadas se destacan por su versatilidad, innovación y progreso. Sin embargo, existe un riesgo crítico que no se puede evaluar a simple vista: la entrada de agua desde la fachada.
La entrada de agua puede causar una serie de consecuencias:
- Daños estructurales que comprometen la integridad y seguridad del edificio; así como, pueden dar lugar a reparaciones costosas.
- Disminución del confort de los ocupantes con la presencia de interiores húmedos, propicios para el crecimiento de hongos, lo que no sólo resulta en daños estéticos y costosos, sino que también afecta la salud.
- Riesgo grave para la seguridad debido a daños en instalaciones eléctricas.
- Deterioro de la fachada, lo que afecta su apariencia, reduciendo su valor y acortando su vida útil.
Considerando estas implicaciones, las pruebas de entrada de agua son esenciales para:
- Garantizar la seguridad y el confort de los ocupantes.
- Evaluar el desempeño de ventanas, puertas y fachadas.
- Corregir fallos en diferentes etapas del proyecto: diseño, fabricación e instalación de ventanas, puertas y fachadas.
- Asegurar la calidad de estos elementos.
- Ahorrar costos y tiempo.
- Garantizar la longevidad, funcionalidad y estética de los edificios.
Las pruebas de entrada de agua, se dividen en pruebas de laboratorio y pruebas en sitio (o en obra).
Las pruebas de laboratorio se realizan con un mock-up de la ventana, puerta o módulo de fachada antes de que se apruebe su instalación, y se llevan a cabo bajo la norma ASTM E331.
Las pruebas en sitio se realizan durante la instalación del sistema de fachada en diferentes etapas de la obra, para garantizar el proceso de fabricación e instalación. Se llevan a cabo bajo normas ASTM E1105 o AAMA 501.2
Aunque las normatividades mexicanas no lo requieran como obligatoria, cada nuevo proyecto de construcción debería someterse a una prueba de entrada de agua, independientemente de su tamaño. A menudo, los proyectos no incluyen estas pruebas de entrada de agua para reducir costos, pero cualquier ventaja económica se desvanece rápidamente cuando las ventanas, puertas o fachadas presentan fugas. Los problemas de daños por agua, posteriores a la construcción, resultan mucho más costosos que las pruebas y consultorías tempranas.
En Imcoba, ofrecemos asesoramiento para definir el alcance de las pruebas de Entrada de Agua en cada uno de tus proyectos.