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Normas ausentes, responsabilidades presentes: la ruta técnica para elevar el sector de ventanas y fachadas. Norma mexicana NMX-R-060-2013

En México, la ausencia de una normativa oficial y obligatoria en el ámbito de ventanas y fachadas vidriadas ha generado un vacío técnico que impacta la calidad, seguridad y eficiencia energética de las edificaciones. Ante esta falta de regulación clara, resulta indispensable contar con referentes confiables que orienten las decisiones de arquitectos, ingenieros, consultores y fabricantes.

La norma NMX-R-060-2013, Ventanas: Clasificaciones y Especificaciones, elaborada por la Asociación Mexicana de Ventanas y Cerramientos A.C. (AMEVEC) en el año 2013, se presenta como una de las herramientas más valiosas disponibles para llenar este vacío. Aunque su adopción es voluntaria, esta norma —junto con sus documentos de métodos de ensayo— constituye una guía técnica sólida que permite evaluar el desempeño real de las ventanas y establecer parámetros precisos sobre hermeticidad, resistencia estructural, infiltración de aire y otros factores esenciales. Su uso ofrece un marco ordenado que ayuda a elevar la calidad y profesionalizar al sector.

En paralelo, fomentar la demanda de productos basados en estándares internacionales, tales como los establecidos por normas europeas o estadounidenses, es decisivo para transformar el mercado. La adopción voluntaria de certificaciones extranjeras, aun sin carácter obligatorio, aporta transparencia técnica, fortalece la confianza del consumidor y promueve una cultura de mejora continua. Este enfoque también contribuye a erradicar prácticas inadecuadas, como la selección de ventanas únicamente por precio, sin tomar en cuenta criterios clave como aislamiento térmico-acústico, hermeticidad o resistencia al viento. Cuando el mercado dispone de información confiable, el consumidor puede exigir más y mejor.

La NMX-R-060-2013 cumple así un papel estratégico: funciona como un puente entre la realidad nacional y los estándares internacionales, proporcionando un lenguaje técnico común y permitiendo comparar el desempeño de los productos nacionales con parámetros globales. Su adopción voluntaria fortalece la cadena de valor, reduce la improvisación y crea condiciones propicias para un mercado más competitivo y transparente.

Sin embargo, cualquier regulación obligatoria futura, para ser funcional y aceptada por todas las partes, deberá reconocer la diversidad de nichos existentes, desde vivienda social hasta proyectos premium, así como la capacidad económica de cada segmento. Establecer normas diferenciadas es razonable y necesario: no todos los proyectos requieren los mismos niveles de desempeño, pero todos merecen soluciones seguras, eficientes y adecuadas a sus condiciones. Una normativa técnica bien estructurada permitiría esta diferenciación sin sacrificar los niveles mínimos de seguridad y calidad.

La construcción de un marco regulatorio sólido no puede surgir de manera aislada. Requiere un trabajo previo de sensibilización, alineación y profesionalización del mercado, donde la prescripción responsable por parte de arquitectos, ingenieros y consultores, así como el liderazgo técnico de los proveedores, resultan indispensables para preparar el terreno hacia futuras normas oficiales de cumplimiento obligatorio.

México tiene hoy la oportunidad de transformar un vacío normativo en un motor hacia la excelencia. A través de la colaboración, la formación especializada, la prescripción técnica bien fundamentada y la adopción voluntaria la norma NMX-R-060-2013, así como. de estándares internacionales, el sector de ventanas y fachadas vidriadas puede avanzar hacia mejores prácticas que, con el tiempo, se traduzcan en regulaciones oficiales acordes con la realidad del país y con las expectativas de un mercado cada vez más informado y exigente.

En mi opinión
José Manuel Braceló
Presidente de AMEVEC

Colaboración: AMEVEC

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