La prescripción de vidrios de baja emisividad, también conocidos como vidrios ATR (Aislante Térmico Reforzado) o vidrios “Low e”, juega un papel crucial en el diseño de fachadas de edificios que impulsan el desarrollo sustentable. Estos vidrios están recubiertos con capas delgadas de materiales de baja emisividad, como óxidos metálicos, que reducen la transferencia de calor a través del vidrio. Este avance tecnológico tiene diversas implicaciones en el diseño arquitectónico, destacando la eficiencia energética y el confort térmico.
La prescripción de vidrios bajo emisivos se alinea con los principios de sostenibilidad y eficiencia energética en la arquitectura moderna. Estos vidrios ayudan a minimizar la pérdida de calor en invierno y la ganancia de calor en verano, contribuyendo significativamente a la reducción del consumo de energía en calefacción y refrigeración. Esta eficiencia se traduce en un menor impacto ambiental y costos operativos más bajos para los edificios.
En referencia a en la calidad de vida de los ocupantes del edificio, la prescripción de vidrios bajo emisivos tiene un impacto positivo al limitar la incidencia dañina de los rayos UV para mantener una temperatura interior más constante y adecuada, reduciendo las fluctuaciones térmicas. Esto crea espacios interiores más habitables y confortables, mejorando la experiencia de quienes utilizan el edificio. Muchos programas de certificación ambiental, como LEED, reconocen y valoran la implementación de este tipo de tecnologías que promueven la eficiencia energética, lo que puede traducirse en beneficios adicionales para los proyectos arquitectónicos. Además de ello, la prescripción de este tipo de vidrios no solo aporta beneficios funcionales, sino que también ofrece flexibilidad en el diseño arquitectónico al permitir la entrada de luz natural sin comprometer el control térmico. Esto facilita la creación de fachadas modernas y visualmente atractivas.
