Introducción:
La durabilidad y el buen funcionamiento de la cancelería de aluminio dependen en gran medida de factores tales como: el uso correcto, la limpieza periódica y el mantenimiento preventivo que evitará en gran medida el deterioro de estos elementos y los mantenimientos correctivos, con las consecuentes pérdidas o gastos que conllevan.
Procedimientos:
Para ello es importante mantener un protocolo de limpieza y mantenimiento teniendo en cuenta las siguientes recomendaciones:
1. Limpieza regular:
Se deberá limpiar la cancelería de aluminio con un paño suave y húmedo para eliminar el polvo y la suciedad acumulada.
Recomendaciones:
- Xilol (Xileno o Dimetilbenceno) para limpiar cemento o plásticos adheridos a superficies.
- Pasta polish para limpiar superficies manchadas.
- agua y jabón para limpieza periódica.
No deben ser empleados:
- productos abrasivos, rugosos, ni filosos (Ej. cuchillos, lijas, esmeriles, pastas de desbaste, entre otros, ya que podrían causar daños permanentes en la superficie o acabado del elemento de aluminio o cristal.
- vinagres, ni ningún producto que contenga acéticos.
- lubricantes (WD 40 u otros), ni disolventes o sarricidas.
2. Lubricación de bisagras y mecanismos:
Como parte del mantenimiento preventivo deberán aplicarse periódicamente lubricantes en bisagras y mecanismos de apertura y cierre para asegurar un correcto funcionamiento y evitar con ello el desgaste anticipado.
3. Revisión de juntas y sellado:
Deberá verificarse periódicamente que las juntas y el sellado estén en buen estado, para evitar filtraciones de agua y aire.
4. Protección contra la corrosión:
Si la cancelería de aluminio está expuesta a ambientes corrosivos, como zonas costeras o industriales, considera aplicar un tratamiento especial para proteger el aluminio contra la corrosión.
Conclusiones:
Siguiendo estos prácticos consejos, se puede garantizar en perfecto estado físico y de funcionamiento la cancelería de aluminio y con ello prolongar su vida útil.