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La rehabilitación sostenible de edificios

La arquitectura, como cualquier otro tipo de industria, está progresando y la forma en la que hacemos arquitectura es muy diferente a cómo lo hacíamos hace no tanto tiempo. Hace unos años, empezó a hablarse de eficiencia energética y de la imperante necesidad de rehabilitar edificios existentes.

Vivimos ya en la época de la Construcción 4.0. Los edificios que diseñamos cada vez serán más “inteligentes”, industrializados y, por supuesto, sostenibles. La buena arquitectura de la construcción 4.0 además de una impecable estética, deberá reducir los impactos económicos y sociales que conlleva.

La reforma integral en las ciudades es un tipo de intervención menos agresiva que la obra nueva.

 ¿Es sostenible la rehabilitación integral?

Hoy en día es muy raro tener el “privilegio” de toparse con un tipo de rehabilitación sostenible. Para ello debemos contar por lo menos con lo siguiente:

  • Industrializar al máximo el proceso de la rehabilitación.
  • Emplear materiales de construcción con baja huella de Carbono en su ciclo de vida.
  • Hacer un proyecto de gestión del consumo del agua y su recolección en la parcela en fase de construcción y de uso.
  • Instalar sistemas de generación en energía renovable.
  • Separar y gestionar adecuadamente los residuos de la demolición y construcción.

Cómo llevar a cabo una reforma integral sostenible

La base de una intervención sostenible es primeramente la conservación del edificio, la eficiencia energética, el aislamiento acústico y la accesibilidad. A estos cuatro puntos básicos de toda rehabilitación deben sumarse las siguientes estrategias:

  • Ahorro del agua y la reutilización de aguas grises y pluviales.
  • Recogida y separación de residuos.
  • Permeabilidad del suelo, adaptación de la jardinería a especies de bajo consumo de agua, optimización de los sistemas de riego, …
  • Tener en cuenta el ciclo de vida de los materiales, tanto aquellos que se desmantelan como los que se incorporan y, en general, el ciclo de vida del edificio.
  • Incorporar la generación de energías renovables.
  • Hacer una evaluación de los impactos y valorar su viabilidad económica.

Es importante recalcar que llevar a cabo este tipo de rehabilitaciones sostenibles de edificios no es barato ni sencillo. Para ello todos los agentes implicados en el proyecto debemos actuar de manera coordinada. Desde la administración, quien debe facilitar o agilizar los procedimientos, hasta el instalador de los sistemas, que debe coordinar lo mejor posible su trabajo con los demás gremios. Solo así conseguimos realizar rehabilitaciones sostenibles y rentables para todos.

Colaboración: Kömmerling

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