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La persiana enrollable de exterior europea, la solución que México aun no ve

A menudo nos quejamos de los desafíos que conlleva la vida en sociedad: la inseguridad que amenaza nuestros hogares, los efectos del cambio climático que trastocan nuestro confort térmico, el ruido que interrumpe nuestro descanso. Vivimos buscando soluciones que nos brinden tranquilidad, ahorro energético y un entorno más habitable. Y, sin embargo, la respuesta a muchos de estos problemas ha estado al alcance desde hace décadas… solo que no la hemos sabido mirar con los ojos adecuados.

Hablamos de la persiana enrollable exterior, una solución común en millones de hogares europeos desde hace más de 80 años. Más que un simple accesorio, la persiana enrollable se ha convertido en una aliada imprescindible en términos de seguridad, eficiencia energética, control solar, aislamiento acústico y privacidad. Es un componente que, integrado correctamente a los sistemas de ventanas y cerramientos, transforma radicalmente la calidad de vida en el interior de una vivienda.

En Europa, su uso es transversal: la encontramos tanto en barrios de clase trabajadora como en residencias de alta gama. Es parte del diseño arquitectónico, de la cultura del confort y la eficiencia. ¿Por qué entonces, en México, su presencia es casi anecdótica, reducida a sectores muy específicos, proyectos personalizados de alto presupuesto o zonas de huracanes?

La respuesta podría encontrarse en una mezcla de desconocimiento técnico, resistencia cultural al cambio y la falta de impulso comercial de parte de la cadena productiva. El mercado mexicano ha crecido enormemente en sofisticación en los últimos años, adoptando ventanas de mejor desempeño, vidrios de control solar, herrajes multipunto y soluciones de eficiencia. Pero la persiana enrollable sigue ausente de la conversación general, a pesar de que resuelve múltiples problemas con una sola inversión.

La inseguridad es una de las principales preocupaciones en muchas zonas urbanas. Las persianas enrollables ofrecen una barrera física adicional, disuasoria y robusta, sin comprometer el diseño ni la estética de las fachadas si es especificada de forma correcta desde el desarrollo arquitectónico del proyecto. Por otro lado, su capacidad para reducir el ingreso de calor en verano y conservarlo en invierno permite una disminución significativa en el uso de aires acondicionados y calefactores, con el consiguiente ahorro energético.

Y aún hay más: las persianas exteriores ayudan a bloquear el ruido proveniente del exterior, mejoran la oscuridad de las habitaciones —fundamental para el descanso profundo— y otorgan un control total sobre la entrada de luz natural. Son especialmente útiles en dormitorios, estudios y habitaciones que requieren un microclima específico.

Es tiempo de replantear nuestras soluciones habitacionales y abrir paso a tecnologías probadas y eficaces. El mercado mexicano, rico en climas extremos, densidad urbana e inseguridad, necesita adoptar herramientas que ya han demostrado su valor en otros contextos similares. La persiana enrollable europea no es un lujo; es una inversión inteligente y versátil.

El desafío ahora es para arquitectos, constructores, distribuidores, fabricantes de ventanas y desarrolladores inmobiliarios. Hay una oportunidad real de introducir al mercado mexicano una solución madura, rentable y eficaz que podría marcar un antes y un después en la forma en que concebimos el confort y la seguridad del hogar. Solo falta voluntad, información y visión.

¿No es hora ya de mirar hacia afuera y traer al presente lo que en Europa ha sido estándar por casi un siglo?

Colaboración: AMEVEC

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