La aplicación exterior de maderas poco tratadas o de baja calidad ha abierto una oportunidad de negocio al aluminio impulsada por un crecimiento en la oferta de acabados y recubrimientos que compiten en su apariencia con la madera natural. Formas arquitectónicas y sistemas que ofrecen una mayor funcionalidad y precio, con un muy bajo mantenimiento, que han permitido al prescriptor ampliar los usos y áreas de instalación a espacios donde la decoración se convierte en un complemento de la arquitectura y el ocio.
El aluminio es sin duda la materia prima más usada para el cerramiento de fachadas en la arquitectura contemporánea debido a las condiciones de resistencia, durabilidad, economicidad y bajo peso que ofrece para cualquier proyecto. Durante estos últimos años, se ha visto enriquecido por los avances técnicos alcanzados en las áreas de anodizado, lacado y el desarrollo de folios o láminas que han abierto un campo nuevo e inmenso para la aplicación decorativa de perfiles de aluminio. Esta condición, ha permitido al aluminio crecer en su aplicación y en el desarrollo de nuevos productos relacionados con espacios al aire libre, terrazas y jardines.
Las condiciones naturales de la madera y la falta de criterio a la hora de seleccionar aquellas más adecuadas en función de su aplicación y exposición a las inclemencias naturales, ha venido mermando su uso en aplicaciones exteriores determinando en muchos casos la necesidad de desarrollar nuevos materiales que pudieran ofrecer una apariencia similar sin los inconvenientes propios de la madera. La aparición de las primeras propuestas de lacados madera sublimados a finales del siglo pasado fue sin duda el inicio de una carrera tecnológica que ha venido consolidando esta opción de recubrimiento como la más extendida por estos últimos años y reconocida por la mayoría de los profesionales y consumidores. Gracias a los avances alcanzados en materia de colores, imitaciones y texturas con las que hoy se cuentan, hemos visto renacer el gusto por integrar cada día con más frecuencia y en mayores superficies, formas de aluminio con acabados sublimados madera.
Portones, vallados, recubrimientos de paredes, pérgolas, marquesinas y otras muchas aplicaciones, antes solo accesibles para las clases más pudientes, son cada día más usuales dentro de las propuestas de diseño residencial para clase media. Un abanico de soluciones en ingeniería y diseño propias del aluminio se incorpora al mercado de la decoración, arquitectura de jardines y muebles de exterior atendiendo las necesidades crecientes de nuevas aplicaciones.
La evolución alcanzada por las propuestas de folios especiales de exterior no solo en acabados maderas sino también en imitaciones férreas y de acero han multiplicado las propuestas de uso y decorativas del aluminio permitiendo un sin número de nuevas opciones de aplicación. Nuevos recubrimientos que superan en apariencia y garantías a la oferta de sublimados que, aún hoy, sigue siendo predominante en el mercado mexicano. Acabados tan sorprendentes que ofrecen una sensación táctil tan bien recreada que confunde la percepción del comprador al punto alterar la condición metálica del aluminio a sus sentidos. Algunos de estos recubrimientos laminados, pueden, además, ofrecer condiciones anti grafiti que favorecen el uso del aluminio en productos altamente expuestos al vandalismo urbano.
Siendo el aluminio un elemento tan común en el planeta, tan fácil de reciclar y producir, es seguro seguirá siendo materia de constante atención y desarrollo. Nuevos acabados y recubrimientos abrirán paso a nuevos productos y aplicaciones.
El reinado del aluminio, está asegurado.
Colaboración: AMEVEC