Todos hemos escuchado alguna vez hablar sobre el término “Economía circular”. Un concepto que busca transformar la forma que tenemos de producir, consumir y gestionar los recursos. Pero hoy queremos ir un poco más allá y hablaros de un libro que ha escrito el arquitecto Mario Carlos Medina Palacios “La revolución circular: El camino a cero”
El sector de la arquitectura y la construcción actualmente se enfrenta a un gran desafío ambiental, la palabra sostenibilidad aplicada a los proyectos ha pasado de ser una etiqueta de proyecto a ser una obligación. A través de ilustraciones y diferentes ejemplos de proyectos de arquitectura su autor nos muestra una metodología que puede ser implementada a todos los niveles, desde la creación de objetos hasta el diseño urbano de grandes ciudades. A través de un enfoque innovador, reflexiona sobre el impacto que puede tener en nuestra sociedad.
Todos los meses surgen nuevas estrategias para combatir el cambio climático, la economía circular no es la única opción. Pero una cosa está clara y es que su base es redefinir el crecimiento sostenible de la humanidad. Se inspira en los ciclos naturales, donde el concepto de basura no existe, donde todo se re-aprovecha, basándose en 4 principios:
- Residuo igual a alimento: En la naturaleza, una hoja que cae de un árbol, o bien, un animal que muere, se convierten en nutrientes para otras especies y para el mismo árbol. ¿Cómo podemos aplicar esto a nuestros proyectos?
- Los sistemas vivos son diversos: Construir resiliencia a través de la diversidad. Al haber diversidad, los componentes de un sistema responden de manera diferente al cambio o a una perturbación, reduciendo así su riesgo.
- Los sistemas vivos funcionan como fuentes renovables de energía limpia y natural: Una planta se alimenta de luz solar más la energía del calor geotérmico para realizar la fotosíntesis y producir oxígeno. En la arquitectura vernácula, el aprovechamiento de los recursos naturales como la orientación, el soleamiento y los vientos dominantes dictan las normas de diseño.
- Pensar en sistemas: Cuando pensamos en sistemas, es necesario ver las conexiones en la naturaleza, entre las personas, lugares e ideas. Cuando pensamos en sistemas es menos probable que nos sorprendan las consecuencias negativas de una mala planificación.
¿Alguna vez has diseñado pensando en cómo se desmonta un edificio? ¿En que se pueden aprovechar de nuevo sus materiales? Diseñar para deconstruir se podría entender como una solución a corto plazo. Su planteamiento se centra en utilizar sistemas y técnicas que permitan la separación y recuperación de los componentes constructivos al final de su vida útil. Esto promueve la sostenibilidad al reducir la generación de residuos y maximizar la eficiencia de los recursos.
«Los seres humanos estamos en una carrera acelerada por encontrar otros planetas que tengan las condiciones para que podamos subsistir, pero si analizamos que para llegar a Marte se estima que requeriríamos entre 400 y 450 días. ¡Casi un año y medio de viaje!, ¿Cuál sería el tamaño de la nave que necesitamos para llevar suficientes alimentos y productos para que se consumieran a diario y desecharán? ¿por qué queremos encontrar nuevos planetas cuando «sólo» debemos cuidar y regenerar el que tenemos: cuando está comprobado que hoy no existe ningún lugar mejor para vivir que la Tierra?»
Colaboración: Kömmerling