El agua es sinónimo de vida, de bienestar y de sostenibilidad. Pero cuando se filtra al interior de un inmueble —ya sea por una fachada envidriada, ventanas o uniones estructurales— se convierte en uno de los enemigos más costosos de la industria de la construcción.

Las filtraciones de agua generan efectos directos en la integridad del sistema constructivo: pérdida de estanqueidad en la envolvente, corrosión de anclajes metálicos, delaminación de materiales compuestos y deterioro progresivo de los elementos de fijación. Estos daños comprometen el desempeño térmico y acústico del edificio, afectan instalaciones eléctricas y sistemas HVAC, y en casos severos, representan un riesgo estructural. Más allá del daño físico, está el impacto en la reputación de un proyecto, los reclamos legales, e incluso la afectación de la productividad de quienes habitan o trabajan en ese espacio.
¿La solución? Prevención inteligente.
La realidad es clara, el mantenimiento preventivo cuesta menos que las reparaciones correctivas. A través de inspecciones periódicas, sellos y resellos adecuados, limpieza especializada de fachadas y aplicación de recubrimientos protectores, se extiende la vida útil de los materiales y se evitan daños mayores. Un buen programa de mantenimiento actúa como un sistema de alerta temprana ante cualquier deterioro que pueda permitir el ingreso del agua.
A esto se suma una herramienta clave: las pruebas de estanqueidad al agua, como la ASTM E1105 y la AAMA 501.2, que permiten evaluar si el sistema de fachada responde correctamente ante condiciones reales de lluvia y viento. Estas pruebas no solo identifican puntos vulnerables, sino que validan reparaciones realizadas.

¿El resultado? Información técnica clara, decisiones basadas en datos, y la posibilidad de corregir antes de que el problema se convierta en siniestro.
Porque cuando el agua ingresa en la envolvente del edificio, no solo se compromete su funcionalidad, sino también su valor. Sin embargo, con una estrategia de mantenimiento preventiva y una evaluación de estanqueidad al agua, estos riesgos son completamente evitables.
En Imcoba, contamos con la experiencia, el equipo técnico y los equipos necesarios para ayudarte a proteger tu inmueble desde la fachada hacia adentro. Contáctanos y recibe asesoría especializada para implementar soluciones efectivas y seguras que resguarden tu inversión a largo plazo.