Las ventanas son uno de los elementos más duraderos de la vivienda, que nos acompañarán durante gran parte de nuestra vida y que, posiblemente, no volveremos a cambiar. Esto es importante tenerlo en cuenta a la hora de escoger acabados o colores demasiado chillones o muy ligados a una moda, ya que con el tiempo podemos acabar cansándonos de ellos.
En la actualidadnuestras ventanas pueden ser bicolores, es decir, que por el exterior luzcan un color y por el interior otro. Esta opción puede ser muy útil cuando en nuestra comunidad de vecinos se nos exige cumplir con una estética de fachada determinada. O simplemente porque nosotros queremos opciones de color diferentes. ¿La ventaja? Que con las ventanas de PVC nos evitamos el mantenimiento.
Para el interior de la vivienda, el color del perfil dependerá de la decoración que hayamos escogido. Si hemos optado por una decoración nórdica, el blanco o los acabados en madera serán nuestra mejor elección. Por el contrario, si la decoración de nuestro hogar es más industrial, con paredes de ladrillo visto, etc., los tonos oscuros serán nuestros aliados.
También debemos ser conscientes del espacio y la amplitud de las estancias, ya que en habitaciones o salones pequeños es mejor optar por colores claros, que aporten amplitud y luminosidad. Para estos casos, la mejor elección siempre será el tradicional blanco.