La transición hacia una construcción verdaderamente sustentable exige algo más que buenas intenciones: requiere materiales, sistemas y procesos capaces de demostrar su desempeño mediante datos, ensayos y certificaciones confiables. En este contexto, la plataforma Casa Pasiva AMEVEC, impulsada por la Asociación Mexicana de Ventanas y Cerramientos A.C., se ha consolidado como un referente nacional en la promoción de soluciones que aportan valor real a la eficiencia energética y al desempeño integral de la envolvente arquitectónica. Dentro de este ecosistema técnico y normativo, el concreto celular emerge como un aliado estratégico con capacidades sobresalientes.

La envolvente de un edificio es el primer y más importante filtro entre el ambiente exterior y las condiciones de confort interior. Muros, cubiertas, ventanas y cerramientos trabajan como un sistema interdependiente cuyo desempeño global determina el consumo energético, el confort térmico y acústico, así como la durabilidad de la edificación. La visión de Casa Pasiva AMEVEC parte precisamente de esta lógica: integrar productos que, más allá de cumplir una función aislada, aporten prestaciones medibles al sistema completo de la envolvente.
En este escenario, el concreto celular destaca por su estructura porosa controlada, que le confiere propiedades térmicas superiores frente a sistemas tradicionales. Su baja conductividad térmica permite reducir significativamente las pérdidas y ganancias de calor a través de los muros, contribuyendo a una envolvente más eficiente y alineada con los principios de la arquitectura pasiva. Esta capacidad se traduce en una menor demanda de sistemas activos de climatización y, por tanto, en un ahorro energético tangible a lo largo del ciclo de vida del edificio.
La ligereza estructural del concreto celular reduce cargas muertas, optimiza el diseño de cimentaciones y facilita procesos constructivos más rápidos y limpios. Estas características se alinean con los criterios de sustentabilidad promovidos por AMEVEC, donde la eficiencia no solo se mide en operación, sino también en la racionalización de recursos durante la construcción.
La relación entre el concreto celular y las ventanas y cerramientos —eje central de la Asociación Mexicana de Ventanas y Cerramientos— es particularmente relevante. Un muro altamente aislante pierde efectividad si no existe coherencia con el desempeño de las ventanas. El concreto celular, al formar parte de una envolvente térmicamente eficiente, potencia el rendimiento de sistemas de ventanas de altas prestaciones, permitiendo que los valores de transmitancia, hermeticidad y control solar trabajen en conjunto. Esta sinergia es uno de los pilares del concepto Casa Pasiva AMEVEC. El comportamiento térmico, acústico y de resistencia al fuego del concreto celular puede demostrarse a través de pruebas de laboratorio, aportando la trazabilidad técnica que exige una plataforma como Casa Pasiva AMEVEC. Esta evidencia objetiva es fundamental para generar confianza entre desarrolladores, arquitectos, constructores y usuarios finales, y para elevar el estándar de la construcción sustentable en México.
Desde el punto de vista acústico, el concreto celular ofrece un desempeño notable gracias a su matriz interna, que ayuda a la atenuación del ruido aéreo. En un entorno urbano cada vez más denso y ruidoso, esta prestación se convierte en un valor agregado que impacta directamente en la calidad de vida de los ocupantes, complementando el papel de las ventanas con control acústico certificado.
La alianza estratégica entre el concreto celular y la plataforma Casa Pasiva AMEVEC representa, en esencia, una convergencia de visiones: por un lado, un material con prestaciones comprobables que responde a los desafíos térmicos, energéticos y ambientales actuales; por otro, una asociación que impulsa la profesionalización del sector a través de la evaluación objetiva, la certificación y la difusión de buenas prácticas.
Mirar hacia el futuro de la construcción implica reconocer que la sustentabilidad no es una moda, sino una responsabilidad técnica y social. Integrar sistemas como el concreto celular dentro del marco de Casa Pasiva AMEVEC significa avanzar hacia edificaciones más eficientes, confortables y durables, donde cada componente de la envolvente —desde el muro hasta la ventana— cumple una función estratégica respaldada por datos y desempeño real.
En este camino, el concreto celular no solo se consolida como un material innovador, sino como un socio natural de los esfuerzos que AMEVEC lidera para transformar la manera en que se concibe, diseña y construye en México. Una alianza que demuestra que la sustentabilidad se construye con conocimiento, colaboración y soluciones que funcionan.








