Skip to content

¿Por qué es importante controlar la temperatura en casa en invierno?

Mantener una temperatura adecuada en el hogar durante los meses fríos va mucho más allá de “estar a gusto”. De hecho, controlar bien el termostato tiene beneficios claros en tres frentes clave:

1. Salud y bienestar: Una temperatura excesivamente alta puede provocar sequedad ambiental, problemas respiratorios o dolores de cabeza. Por el contrario, una casa demasiado fría aumenta el riesgo de resfriados y molestias musculares. La temperatura de confort en invierno es ese punto medio en el que el cuerpo no tiene que hacer esfuerzos extra para autorregularse.

2. Ahorro energético y económico: Según el IDAE (Instituto para la diversificación y Ahorro de la Energía), por cada grado que subes la calefacción por encima de los valores recomendados, el consumo energético aumenta entre un 5 % y un 10 %. Esto quiere decir que un pequeño ajuste en el termostato puede suponer un gran alivio en la factura.

3. Sostenibilidad: Reducir el consumo energético no solo beneficia a tu bolsillo, también al planeta. Mantener la temperatura ideal de una casa en invierno ayuda a disminuir las emisiones asociadas a la calefacción y a hacer un uso más responsable de la energía.

El papel de los cerramientos: ventanas y puertas de PVC para conservar la temperatura

Puedes tener el termostato perfectamente ajustado, pero si el calor se escapa por puertas y ventanas… tenemos un problema. Aquí es donde los cerramientos juegan un papel protagonista. Las ventanas y puertas son los elementos que comunican el interior de la vivienda con el exterior y, por tanto, uno de los puntos más críticos en la envolvente de una vivienda. Unos cerramientos eficientes permiten:

  1. Mantener el calor generado en el interior.
  2. Evitar corrientes de aire frío.
  3. Reducir la necesidad de encender o subir la calefacción.

En este aspecto, las ventanas de PVC destacan por su alta capacidad de aislamiento térmico, muy superior a las fabricadas con otros materiales. Sobre todo cuando se combina un buen sistema de perfiles con un acristalamiento adecuado. Esto se traduce en mayor estabilidad de la temperatura interior, menor consumo energético y más confort durante todo el invierno.

Consejos para mantener la temperatura de confort en invierno

Ahora que ya sabes cuál es la temperatura recomendada en casa en invierno, vamos a ver cómo mantenerla sin disparar el consumo.

  • Ajusta la temperatura según la estancia. Los organismos oficiales recomiendan adaptar la calefacción al uso de cada espacio:
    • Salón-comedor: entre 19 y 20 °C.
    • Cocina: alrededor de 18 °C.
    • Dormitorios y pasillos: entre 15 y 17 °C.
    • Temperatura general en la vivienda: entre 20 y 23 °C.

No todas las habitaciones necesitan la misma temperatura, y tu factura lo agradecerá.

  • Abrígate un poco más: Antes de subir un grado la calefacción, prueba con ropa de abrigo en casa. Es una de las recomendaciones más repetidas por el IDAE y una de las más eficaces.
  • Regula la calefacción por la noche: Mientras dormimos, el cuerpo necesita menos calor. Reducir o apagar la calefacción durante la noche puede suponer un ahorro considerable sin afectar al confort.
  • Ventila: Lo ideal es hacerlo durante unos 10 minutos por la mañana, antes de volver a encender la calefacción. Así renuevas el aire sin enfriar en exceso la vivienda.
  • Apuesta por un buen aislamiento: Más allá de hábitos diarios, invertir en cerramientos eficientes es una solución a largo plazo. Unas buenas ventanas y puertas ayudan a mantener estable la temperatura ideal en casa durante el invierno sin esfuerzos extra.
Colaboración: Kömmerling

Compartir