La tecnología de fachadas estructurales vidriadas permite la continuidad visual del vidrio mediante la adhesión directa del vidrio a la estructura portante mediante selladores de silicón de alta resistencia. Este principio elimina elementos mecánicos visibles y mejora la estética, pero también exige un control riguroso del diseño, materiales y procesos de aplicación.

En este contexto, los selladores estructurales y de intemperie cumplen funciones distintas pero interdependientes. El sellador estructural garantiza la unión entre vidrio y marco, transmitiendo las cargas de viento al sistema portante, mientras que el sellador de intemperie protege al conjunto frente a la filtración de agua, aire y radiación. Ambos deben diseñarse de forma coordinada, con criterios específicos de adherencia, espesor, compatibilidad y durabilidad.
Sellador estructural: la unión crítica entre vidrio y marco
El sellador estructural es el elemento que transmite las cargas del vidrio hacia el marco de soporte (usualmente aluminio). Su desempeño depende de su resistencia mecánica, módulo de elasticidad y capacidad de deformación sin pérdida de adherencia.

Recomendaciones clave:
- Tipo de sellador: los silicones estructurales son las únicas aceptadas para este propósito, por su estabilidad frente a radiación UV, humedad y temperatura.
- Espesor mínimo de junta: debe definirse en función de los movimientos esperados y las tolerancias de fabricación.
- Ancho de junta: determinado por la carga de viento y las propiedades mecánicas del sellador (resistencia a tracción y módulo de elasticidad). ASTM establece métodos de cálculo y verificación mediante ensayos.
- Compatibilidad de sustratos: el vidrio, el anodizado del aluminio o sus recubrimientos deben ser compatibles con el sellador. Ensayos previos de adherencia y compatibilidad son obligatorios antes de aprobar un sistema.
- Condiciones de curado y ambiente: temperatura, humedad y limpieza superficial influyen directamente en la adhesión. El uso de primer o agentes promotores de adhesión puede ser necesario según el fabricante y las pruebas realizadas.
Un error común es considerar el sellador estructural como un adhesivo convencional; en realidad, es un componente estructural flexible, que debe ser diseñado con la misma rigurosidad que cualquier unión mecánica o anclaje.
Sellador de intemperie: protección en la envolvente
El sellador de intemperie no tiene función estructural, pero protege al sellador estructural y a la junta frente a la exposición ambiental. Actúa como una barrera primaria contra la filtración de agua, aire, polvo y radiación solar, además de proporcionar un acabado estético continuo.
Criterios de diseño recomendados:
- Compatibilidad química con el sellador estructural
- Elasticidad y movimiento admisible: el sellador de intemperie debe poder absorber movimientos térmicos y estructurales del sistema sin perder estanqueidad.
- Durabilidad ante radiación UV y ozono: silicones neutros para intemperie, con alta resistencia al envejecimiento.
- Diseño de junta adecuado: el espesor y forma deben evitar tensiones de adherencia excesivas.
- Aplicación controlada: la superficie debe estar limpia, seca y libre de residuos de aceites, desmoldantes o polvo. Un mal acabado superficial puede comprometer la estanqueidad general del sistema.
Coordinación entre sellador estructural y de intemperie
Uno de los principios más importantes es la coordinación integral de ambos selladores dentro del sistema de fachada. El sellador estructural y el de intemperie deben funcionar como un conjunto complementario: el primero resiste las cargas, el segundo protege y preserva su desempeño.
Aspectos críticos de interacción:
- Secuencia de aplicación: el sellador de intemperie debe aplicarse una vez que el sellador estructural ha curado completamente.
- Ensayos de compatibilidad y adhesión: se requiere pruebas de laboratorio específicas para validar el sistema.
- Juntas de transición y esquinas: requieren diseño especial para evitar acumulación de esfuerzos o discontinuidades.
- Protección durante el montaje: los selladores no deben quedar expuestos a polvo, humedad o contaminantes durante el proceso de curado.
Un buen diseño asegura que, ante el deterioro progresivo del sellador de intemperie, el sellador estructural permanezca protegido y operativo hasta su reemplazo programado.
Control de calidad y mantenimiento
El éxito del sistema depende tanto del diseño como del control de calidad en la ejecución y mantenimiento. Se requiere un plan de aseguramiento de calidad que contemple:
- Revisión de certificados de compatibilidad y ensayos previos de cada lote de sellador.
- Inspecciones visuales en obra para verificar uniformidad de juntas, ausencia de discontinuidades y defectos en el sistema de sellado.
- Inspecciones en obra para evaluar adhesión del silicon estructural.
- Pruebas de desempeño del sistema antes de la entrega, que involucren pruebas de estanqueidad al agua y filtración de aire.
- Mantenimiento periódico, con limpieza de juntas y reposición del sellador de intemperie cuando se observe pérdida de elasticidad, decoloración o fisuración.
En el diseño de fachadas estructurales vidriadas, cada detalle cuenta: desde la selección del sellador adecuado hasta la verificación de compatibilidad, geometría de juntas y condiciones de aplicación. En Sellasilicones, comprendemos que el desempeño y la durabilidad del sistema dependen de una asesoría técnica precisa.
Por ello, ofrecemos asesoría especializada en la especificación, ensayos y aplicación de selladores estructurales y de intemperie, asegurando que cada proyecto cumpla con los estándares internacionales. Con Sellasilicones, la transparencia arquitectónica se apoya en conocimiento, calidad y respaldo técnico.









