En el mercado actual de cerramientos, los mosquiteros han evolucionado de ser un simple accesorio funcional a convertirse en soluciones cada vez más especializadas y estéticas. Dentro de esta evolución, los sistemas plisados han ganado terreno de forma notable, ofreciendo una propuesta diferenciadora frente a las opciones tradicionales. Su diseño práctico, estética sofisticada y adaptabilidad arquitectónica los convierten en una solución preferente en ciertos segmentos del mercado.

A diferencia de los mosquiteros enrollables o fijos, los sistemas plisados destacan por su estructura en forma de acordeón, la cual no solo permite una apertura y cierre más suave, sino que también favorece la durabilidad del sistema al reducir el esfuerzo mecánico necesario para su operación. Esta característica les otorga una mayor vida útil y los hace ideales para un uso intensivo, especialmente en accesos frecuentes como terrazas, balcones o puertas corredizas.
Desde el punto de vista de la prescripción arquitectónica, los mosquiteros plisados representan una opción sumamente versátil. Su instalación puede adaptarse a diferentes tipos de marcos y dimensiones, permitiendo cubrir vanos de gran tamaño sin comprometer la integridad estructural ni la estética del espacio. Esta capacidad de personalización es una de las razones por las que cada vez más especificadores los integran en proyectos residenciales y comerciales de alto nivel. Al estar disponibles en una amplia gama de colores y acabados, se integran sin problemas a la carpintería existente, aportando valor estético sin sacrificar funcionalidad. Algunos modelos incluso incorporan acabados premium y soluciones minimalistas que elevan la percepción del producto final.
Estos sistemas no solo cumplen su función principal —mantener alejados a los insectos— sino que, en ciertos modelos, también mejoran la ventilación natural del espacio y permiten una mayor visibilidad hacia el exterior, gracias a tejidos más finos y resistentes.
El mercado ha respondido positivamente a estas ventajas, y hoy en día varias marcas compiten por ofrecer innovaciones dentro del mismo segmento. Las diferencias se centran en aspectos como la calidad del tejido plisado, la suavidad del sistema de deslizamiento, la facilidad de instalación y la adaptabilidad a distintas condiciones climáticas. Esta competencia ha dado pie a una mayor diversidad de opciones, beneficiando al consumidor final con productos más sofisticados y eficientes.