Las puertas de entrada en una casa pasiva o cualquier proyecto que aspire a ser sustentable desempeñan un papel fundamental en su eficiencia energética, aunque en muchas ocasiones son ignoradas sus aportaciones o carencias dando prioridad a sus prestaciones en materia de seguridad o valor estético.
Para cumplir con la eficiencia energética que demandan este tipo de proyectos estas puertas deben estar diseñadas con un enfoque en la hermeticidad dando prioridad al aislamiento térmico. Para ello, será necesario utilizar materiales con una muy baja conductividad integrados a un sistema de perfiles que garantice su estanqueidad para evitar fugas o ganancias térmicas a través de ellas. Esta condición deberá ayudar a mantener una temperatura interior constante y cómoda sin depender tanto otras fuentes de energía para mantener el confort térmico al interior de la vivienda. Cuando la puerta incorpore vidrio en su diseño, se deberá considerar la instalación de unidades de vidrio aislante (UVA) cuya combinación garantice un bajo valor de transmitancia térmica (valor U). Con ello, disfrutaremos de luz natural sin perdida de energía al tiempo que reduciremos la necesidad de iluminación artificial durante el día, lo que es esencial en la estrategia de ahorro de energía de una casa pasiva.
La tecnología de los herrajes y accesorios incluidos en su diseño, así como, la instalación de juntas de estanqueidad en los perfiles será fundamental a la hora de generar un cierre hermético además de proveer la seguridad necesaria para los ocupantes. Es importante, no escatimar estos elementos que por su funcionalidad y trabajo constante son una parte critica de la vida útil de la puerta. Aunque todos lo expertos coinciden en que cualquier puerta puede ser violada, deberemos de considerar dificultar todo lo posible la tarea de los delincuentes.
La orientación en el contexto del proyecto será otro de los aspectos importantes a la hora de potencia sus beneficios sobre el resultado final de la envolvente. La ubicación y la exposición de la puerta pueden afectar significativamente la ganancia o pérdida térmica. Para ello, deberemos elegir cuidadosamente la ubicación de las puertas principales para maximizar la captura de calor solar en invierno y minimizar la exposición al calor excesivo en verano. Considera siempre que tu puerta de entrada esté preparada para soportar las condiciones climatológicas del exterior. Debe de llevar un tratamiento que la proteja de la lluvia, de la radiación solar y de los efectos de las heladas. Los materiales más habituales son el acero (debe llevar un tratamiento anticorrosión como protección), el aluminio, la madera o el PVC.
Te invitamos a cambiar tu perspectiva sobre las puertas de entrada a una vivienda para que las consideres mucho más que elementos seguros de acceso y empieces a considerarlas como puntos clave en el sistema de eficiencia energética de tu proyecto. Recuerda que todo lo que ahorra energía termina pagándose solo.
Colaboración: Amevec